Es necesario plantear en primer lugar, que la universidad será una universidad democrática cuando logremos expulsar del poder a quienes hoy representan un proyecto político que lleva a la deserción de los estudiantes, a la precarización laboral de docentes y no docentes, a la adecuación de los planes de estudio según las necesidades de las multinacionales y en contrapartida las universidades pasen a estar gobernadas por los estudiantes y trabajadores honestos que transformen radicalmente esta realidad.
En ese sentido cada proceso que abone el camino hacia esa Universidad es válido.
Es así que las Reformas de los Estatutos pueden ser parte de esos grandes pasos que demos hacia la Universidad popular y solidaria.
Actualmente, la mayoría de los estatutos de las universidades nacionales son el fiel reflejo de la universidad elitista y arancelada y el papel que juegan los estatutos es legitimar una estructura de gobierno que permita seguir reproduciendo este tipo de políticas hacia la educación superior. La mayoría de los estatutos de las Universidades en la Argentina se han adecuado a la Ley de Educación Superior, ley promulgada desde el FMI y el BM que justamente determina una estructura de gobierno de una pequeña casta que concentre el poder y reproduzcan el proyecto político servil a las necesidades del imperialismo. Es esta estructura de poder la que ha aprobado acreditaciones de la CoNEAU modificando los planes de estudio al servicio de petroleras y pesqueras (en Patagonia), que desfinancia las ciencias que considera inútiles para la reproducción de las relaciones de Mercado, promueve la deserción a través de recortes, avala los ad honorem, alienta el ingreso restricto, etc.
Todos conocemos la decadencia en la que se encuentran las Universidades y las crisis presupuestarias, edilicias y académicas por las que atraviesan. Ese es el proyecto que han llevado adelante durante los últimos años los distintos gobiernos de turno para la educación, que tiene su máxima expresión en la Ley de Educación Superior decretada en la década menemista y digitada desde el FMI y el Banco Mundial.
La lucha por una Universidad distinta se hace y se gana con la lucha, la constancia, la solidaridad.
Es el caso de lo logrado el 21 y 22 de junio de 2007 en la Universidad Nacional de la Patagonia cuando se dio un paso más hacia esa Universidad logrando dar un golpe fuerte a la estructura de gobierno que intenta imponerse, generando una fuerte fisura en el cerco de poder que las castas de la Patagonia intentaban mantener y reproducir.
La reforma en la UNP fue producto de la lucha de centenares estudiantes movilizados durante el 2005 con las cinco sedes tomadas, unica reforma universitaria conseguida desde el año 1820 en toda Argentina. Allí se impuso la Asamblea para la Reforma junto a un conjunto de importantísimas reivindicaciones y se logró una correlación de fuerzas importantísima respecto al sector dominante en la Universidad, ello nos permitió prepararnos y organizarnos para dar la lucha desde la ofensiva para seguir profundizando la transformación de la Universidad, por la pelea hacia la Universidad de los trabajadores.
La reforma estatutaria permitió que la estructura de poder se remueva y la distribución del poder empiece a transformarse balanceándose cada vez más para el lado de los estudiantes y trabajadores, para el lado de la defensa de la Universidad Pública. Logró imponer mayor representación estudiantil en todos los Órganos de Gobierno, alcanzando la paridad docente - estudiantil en el Consejo Superior, alcanzó la posibilidad de voz y voto para los no - docentes en todos los Órganos de Gobierno, impuso la participación de los docentes interinos (los no concursados) y su acceso a la totalidad de los derechos políticos. Es así que con éstas, entre otras muchas reivindicaciones históricas que se arrancaron esos días, se inclinó un poco más la balanza a favor de los sectores honestos y combativos de la Universidad.
Con esta victoria parcial – pero no menor - la tarea ahora es ponerla al servicio de las luchas de todos los sectores universitarios y volcarla en profundizar la pelea por la transformación de la Universidad en su estructura completa. Así se dará un nuevo paso hacia la Universidad en la que las aulas se llenen de trabajadores, se empiece a producir realmente conocimiento científico con todas las herramientas que ello requiere y ese conocimiento no se piense servil a las multinacionales sino a las necesidades de la clase trabajadora en su conjunto, cuando los trabajadores universitarios puedan desempeñarse en las condiciones laborales que garantice la formación académica y un modelo economico y social de pais inclusivo.
Es indispensable que esta lucha continuemos dándola profundizando, a la vez, la transformación de nuestra sociedad, peleando contra quienes imponen el desfinanciamiento de la educación, la miseria de los trabajadores y ponen alfombras rojas a quienes se llevan nuestros recursos naturales.
En este sentido la tarea es compleja y larga. Pero cuantos más seamos organizados y luchando consecuentemente para ganar, más cercos iremos quebrando, más luchas iremos imponiendo, como demuestran los hechos historicos a traves de la lucha del Movimiento Estudiantil unido.
Que la lucha por la democratización recorra todas las universidades, convertida en una imperiosa necesidad para la subsistencia de la Universidad Pública.
Esa universidad se va construyendo en el día a día, en cada lucha por nuestras reivindicaciones más inmediatas, cuando nos solidarizamos con las luchas de otros sectores universitarios y de nuestro pueblo, y aún más cuando esas luchas dejan de ser aisladas y dispersas y se hacen una sola.
Autor: Mario Robert. Universidad Nacional de la Patagonia.
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1 comentario:
¡Muy bueno todo muchachos! Ya vamos a estar laburando juntos por esto y muchas otras cosas mas.
Mientras tanto, les publico su articulo en mi blog:
http://lapertenencia.blogspot.com/
¡EXITOS!
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