Partido Político

Tomado de los escritos Simone Weil, incluido en los Ècrits de Londres et demières lettres (Escritos de Londres y otras cartas), Èditions Gallimard, 1957. Fechado entre diciembre de 1942 y abril de 1943.

Partido político

La palabra partido tiene aquí el significado que tiene en el continente europeo, la misma palabra en los países anglosajones designa una realidad completamente diferente.

En los partidos anglosajones hay un elemento de juego, de deporte, que solo puede existir en una institución de origen aristocrático; todo es serio en una institución que es, en su origen, plebeya…

La idea de partido no entraba en la concepción política francesa de 1789, a no ser como un mal que había que evitar. Pero existió el club de los jacobinos. Al principio sólo era un lugar de libre discusión. Lo que lo transformó no fue ninguna especie de mecanismo fatal. Fue únicamente la presión de la guerra y de la guillotina lo que lo convirtió en un partido totalitario.

Las luchas de las facciones bajo el Terror estuvieron gobernadas por la idea tan bien formulada por Tomski: «Un partido en el poder y todos los demás en prisión». Así pues, en el continente europeo el totalitarismo es el pecado original de los partidos…

Un partido político es una máquina de fabricar pasión colectiva.

Un partido político es una organización construida de tal modo que ejerce una presión colectiva sobre el pensamiento de cada uno de los seres humanos que son sus miembros.

La primera finalidad y, en última instancia, la única finalidad de todo partido político es su propio crecimiento, y eso sin límite.

Debido a este triple carácter, todo partido político es totalitario en germen y en aspiración. Si de hecho no lo es, es solo porque los que lo rodean no lo son menos que él.

Estas tres características son verdades de hecho, evidentes para cualquiera que se haya aproximado a la vida de los partidos.

La tercera es un caso particular de un fenómeno que se produce allí donde el colectivo domina a los seres pensantes. Es la inversión de la relación entre fin y medio. En todas partes, sin excepción, todas las cosas generalmente consideradas como fines son, por naturaleza, por definición, por esencia, y de la manera más evidente, únicamente medios. Se podría citar tantos ejemplos como se quisiera en todos los campos. Dinero, poder, Estado, grandeza nacional, producción económica, diplomas universitarios; y muchos más.

4 comentarios:

abracadabra dijo...

Totalmente! Hay que promover la anarquía, es decir, la autonomía de cada individuo, lo contrario a las relaciones humanas de dominación.

Anónimo dijo...

La humanidad, nuestra sociedad esta pervertida por la sociedad jerarquizada, la que condiciona a la gente a obedecer a líderes ciegamente.
Estamos tan acostumbrados a las amenaza de sanciones negativas de cualquier clase: física, económica, psicológica, social etc...Que pensamos que una forma de organizacion diferente es una Utopía, tal vez sea mas cómodo depender de una autoridad, de un Dios, de un Policia que nos vigile, que hacerse cargo cada uno de sus actos...ser autónomo y ser libre (De Dios, de la autoridad, de la Policia)

Anónimo dijo...

Sí, estamos acostumbrados a depender de algo fuera denosotros mismos. En realidad la fuerza del Capitalismo no reside en el Político de turno, sino en el Pueblo que cree que es lo correcto obedecer. Art 22 de nuestra Constitucion Nacional: "El pueblo No manda Ni gobierna, sino a traves de sus representantes". Que contradicción ¿no?

Anónimo dijo...

Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, regimentado, numerado, regulado, registrado, adoctrinado, controlado, revisado, estimado, valuado, censurado, ordenado...por criaturas que no tienen ni el DERECHO ni la SABIDURÍA ni la V VIRTUD para hacerlo (Pierre J. Proudhon)